Y he aquí que la grandeza de un pueblo perdura por toda la eternidad, sus leyendas se cantan por los siglos, su recuerdo se graba en la roca, sus hazañas inspiran a aquellos que tan solo ruinas pueden contemplar.
Se que el espíritu del antiguo imperio sigue vivo, dormido, latente, esperando la época en que corazones dignos de él caminen de nuevo por la tierra y lleven con orgullo la herencia de sus antepasados.
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