La Bestia de Metal
Las sombras se agolpan tras de mí mientras la feroz bestia me aparta de su lado.
Quisiera descender por aquellas escalinatas y enfrentarme al río de asfalto que corre tras el ultimo escalón poniendo distancia entre mi y la mujer a la que amo.
Siento el viento frío que entra por las ventanas mientras la bestia ruge con furia avanzando implacable. Miro atrás por un momento y aun puedo verla. Sus ojos cafés me miran y su rostro me sonríe. Casi puedo escuchar su voz diciéndome "Adiós... ve con cuidado".
Quisiera escapar de allí, de mi propio destino. Saltar por la puerta arrojándome a la suerte. Sentir el dolor de la piedra y los cristales lacerando mi piel. Sentirme caer y rodar por el camino mientras el monstruo, ignorante de mi ausencia, continua su camino.
Levantarme con mi cuerpo ensangrentado y correr hacia atrás, hacia donde esta ella y abrazarla mientras le juro que nunca, jamas, me apartare de su lado.
Pero soy presa de mis propios miedos, tengo miedo al futuro y al destino incierto. Temo a que la muerte me arranque por siempre de su lado.
La sigo mirando y no puedo mas que intentar sonreír y despedirme con una señal en mi mano.
Mañana volveré con ella, subiré a la bestia de metal que ruge feroz mientras recorre el asfalto con sus garras de caucho. Mañana estaré con ella hasta que la oscuridad de la noche nos separe de nuevo.
Me quedo mirando hasta que las tinieblas opacan su figura y su rostro se pierde en la lejanía.
Tomo asiento junto a alguien desconocido y cierro los ojos soñando con el día en que todo sera distinto.
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